Reivindicar Edusos. Edusos reivindicativos.

El tema de este año para el Carnaval de Blog el día de la Educación Social (#EdusoDay2015) pinta bastante complicado. La educación social en la esfera pública. El reconocimiento social de la profesión.

¿Nos conocen? No tengo muy claro si nos conocen, creo que la mayoría de la población no lo suficente. Diferenciarnos públicamente de otros profesionales del ámbito de lo social es complejo, más aún cuando somos los «nuevos» aunque ya llevemos mucho tiempo existiendo.

¿Y en los medios, cómo nos tratan? Rara vez he oído hablar en los medios de educadores y educadoras sociales y cuando lo hacen, las referencias respecto al trabajo que realizamos no son siempre las más correctas. Pero tampoco debemos extrañarnos, los y las periodistas son personas y si la población no nos conoce bien, tampoco lo harán medios.

Además, basta con ver cuando hablan de nuestros compañeros los trabajadores y trabajadoras sociales, a quienes se siguen refiriendo como asistentes sociales. No es algo que sólo suframos en nuestras carnes. Lo de los medios de comunicación es un mal común.

¿Sabemos explicar nuestro trabajo? Creo que no muy bien. Ahora con las redes sociales e internet aparecen más sitios de Edusos donde explicarnos pero aún es muy difícil ver artículos en revistas de educación, libros u otros materiales concretos de educadores y educadoras sociales. Van llegando, como las Edusohistorias, pero hacen falta más. Muchos más.

¿Y qué hacemos? REIVINDICAR, REIVINDICAR y REIVINDICAR

Si queremos que la gente nos conozca tenemos que reivindicarnos y dar valor a nuestra figura profesional.

Si queremos que en los proyectos sociales se nos reconozca y ser el referente para la acción socioeducativa, tenemos que reivindicarnos.

Si queremos ofertas laborales en condiciones, sin intrusismo y alejadas de la precariedad laboral, tenemos que reivindicarnos.

Hace falta estar, aparecer, escribir y convertirnos en referente. Pero también hace falta criticar, no vale solo con estar presente. El valor de nuestra profesión está ahí.

Hay muchas cosas que criticar, por ejemplo el mercantilismo de lo social, donde en cualquier concurso público de las administraciones se priman los criterios económicos por encima de los socioeducativos. Hay que criticar las ofertas de trabajo donde las condiciones propuestas son lamentables. Hay que denunciar situaciones de las personas con las que trabajamos que se viven día a día y también, por supuesto, ciertos proyectos sociales cuya utilidad es perpetuarlas y mantener el status quo. Hay que reivindicar la educación social como una profesión y alejarla de los rancios conceptos de la caridad y la compasión que viene arrastrando históricamente.