Burgos, 1984 |

Tu ignorancia es su fuerza

Vaya por delante la repulsa hacia el asesinato acometido contra un chaval en las Llanas -que hay que decirlo, y más aún cuando la variedad bicromática imperante te sitúa con nosotr@s o contra nosotr@s– y contra cualquier otro.

Ahora bien, usar ese hecho para que, en un ejercicio de fundamentalismo e intransigencia, sirva para recortar las libertades, y ejercer la política retrograda y cavernaria, es un acto despreciable.

El Gran Hermano te vigila

Burgos a día de hoy es un estado policial, donde no puedes dar dos pasos sin cruzarte con una patrulla que está al servicio de la voz de su amo. Habrá a quien le parezca bien, que así aumenta su seguridad; pero prefiero un lugar en el que podamos ir por la calle sin que nos identifiquen, y habrá quien dirá no hagas nada, pórtate bien, pero cuando actúan a priori, no tienes que hacer nada, solamente vestir de determinada manera, ser de otra etnia o haber nacido en un lugar distinto, por no hablar de estar haciendo ejercicio de un derecho como es el de manifestación.

Aún así la labor de sensibilización a la que se refiere el artículo me parece estupenda, pero no así, no con esas actrices y actores; para eso hay profesionales. ¿Por qué cuando no pasa nada no interesa, y cuando pasa ya es tarde y hay que buscar otras fórmulas?
Lo mismo que existe esta línea espero que surjan voces contrarias a esta tropelía, y que se las escuche… que puest@s a pedir…

Y a quienes piden cámaras, perfecto, que las pongan, pero en su local y enfocando hacia el espacio que abarca; así podremos ver como guardan las medidas de seguridad: acceso a salidas de emergencia, respeto del aforo… Ah, no, que eso no interesa, que aún no ha pasado.